domingo, 20 de septiembre de 2015

ECHINACEA - (Echinacea Púrpura)

         

                   "En el salón de la casa de los padres de Nevenka, en Ponferrada, había un acuario grande, de unos trescientos litros, en cuyo fondo reposaban los restos de un galeón junto a un tesoro formado por cofres herrumbrosos cuyo interior se presumía repleto de alhajas. A Nevenka, de adolescente, le gustaba sentarse en el suelo y observar cómo los peces de colores iban de acá para allá con la aparente falta de intención con la que las ideas se movían dentro de su cabeza (la cabeza, según Gómez de la Serna, es la pecera de las ideas).

                 Cierto día, cuando estudiaba COU en Madrid, advirtió, en uno de sus frecuentes viajes a Ponferrada, que la población del acuario había disminuido y que los pocos peces que aún se podían ver estaban deteriorados e inquietos. Le pareció también que sobre la superficie del agua flotaba algo semejante a un esqueleto, pero lo atribuyó a un efecto óptico. Esa tarde, su madre le dijo que había comprado un pez negro que quizá se estaba comiendo al resto. Nevenka se asomó de nuevo al acuario y esta vez vio al monstruo, que permanecía pegado a la arena del fondo como una ventosa, oculto entre las ruinas del galeón hundido y las plantas subacuáticas. Era un bicho grande y gelatinoso que, al abrir y cerrar la boca, como es habitual en los peces, componía una expresión repugnante de suficiencia, o de crueldad. Nevenka pidió a su madre que sacara del acuario a ese animal, pero ésta le respondió que se trataba de un pez muy caro y que no estaba segura de que fuera el causante del desastre.

                  Los peces de colores fueron desapareciendo poco a poco hasta que el negro se quedó completamente solo. De vez en cuando, la madre de Nevenka compraba dos o tres peces de colores que, si no eran devorados, aparecían flotando sobre la superficie, como si las aguas estuvieran infestadas por la energía negativa del pez negro.

                  Cuando viajé a Ponferrada y conocí de cerca la atmósfera moral del Ayuntamiento, me pareció que era un microcosmos de peces negros en el que había ido a caer inocentemente un pez de colores. Las posibilidades de que Nevenka sobreviviera en aquel ecosistema brutal eran simplemente nulas. Los peces, como los seres humanos, son caníbales, pero, como los humanos también, disfrutan volviendo loca a su presa antes de devorarla. Quien, por ignorancia o por crueldad, haya arrojado al interior de un acuario a un pez incompatible con los que ya estaban dentro, conoce el proceso. Al principio no ocurre nada que pueda percibirse desde fuera del recipiente. Pero un día te levantas y ves que al pez de colores le falta un pedazo de la aleta dorsal. En buena lógica, piensas que alguien le ha mordido, pero no te imaginas quién, pues los peces negros se muestran tan perezosos como siempre, limitándose a haraganear por el fondo del tanque. A medida que transcurren los días, el pez de colores se va deteriorando: pierde la aleta caudal, quizá se le caen las escamas como a los hombres se nos cae el pelo en épocas de estrés. Su vida transcurre en un rincón y allí da vueltas obsesivamente. A veces, ni se mueve, porque la pérdida de aleta caudal le impide guiarse en la dirección que desea. Los peces negros se acercan de vez en cuando a él y le dan mordiscos en apariencia inofensivos, sin que el pez de colores pueda hacer ya nada por defenderse. Mientras la familia cena viendo la teleserie de moda, a tan sólo unos metros, en el interior del acuario, se está desarrollando una película muda de terror.

                      –¿Por qué cuando dices que Ismael te tocaba el culo o te sujetaba las manos contra la pared de su despacho para besarte contra tu voluntad no te defendías? –le preguntaban, le preguntábamos, continuamente a Nevenka (es la misma pregunta que le hizo, aunque en un registro fascista, el fiscal García Ancos: “¿Por qué usted que ha pasado este calvario, este sufrimiento, que se le han saltado las lágrimas; por qué usted que no es una empleada de Hipercor que le tocan el trasero y tiene que aguantar por el pan de sus hijos; por qué usted aguantó?”). La respuesta está en ese pez que un día, si alguien no le hace la caridad de sacarlo del acuario, aparecerá flotando sobre la superficie del agua partido en dos o tres mitades.

                    El proceso existencial que atravesó Nevenka en el interior del Ayuntamiento de Ponferrada no debió de ser muy distinto. Al principio cayó con alegría dentro de aquel mundo de machos, más que de hombres, en el que tenía que manejar un presupuesto de unos seis mil millones de pesetas: el sueño de una mujer de 24 años que acababa de terminar empresariales y ha hecho un máster de auditoría. Los peces negros pasaban junto a ella y a veces la rozaban, y a veces, no. Quizá era un mundo amenazante, pero ella, desde la ingenuidad de sus 24 años, estaba convencida de que podría controlarlo. Un día, al poco de tomar posesión, Carlos López Riesco, el pez teniente de alcalde, se acercó y le mordió una aleta. Fue un mordisco en frío, por inesperado. Nevenka se contempló extrañada la herida, pero llamó la atención al individuo, que se disculpó y regresó al fango de las profundidades. El acoso no se produce de un día para otro, es un proceso lento. Cuando te tocan el culo, ya no eres nadie. No es que hayas perdido las aletas, es que has perdido la voluntad."

Extracto de: "Hay algo que no es como me dicen. El caso de Nevenka Fernandez contra la realidad." Juan José Millás .

Concepto Clave: Humillación. Recuperación de la dignidad personal.

Preparando la elaboración por solarización de su esencia floral
            La Equinácea es una planta herbácea y vivaz de la familia de las asteráceas, apenas naturalizada en la Comunidad Foral, aunque si es relativamente frecuente encontrarla cultivada en jardines.


          Su uso fitoterapéutico más frecuente se da como estimulante del sistema inmunitario a corto plazo para combatir enfermedades infecciosas.


           Nótese la similitud, aunque en distintos planos, (uno más físico, otro más sutil) entre su uso fitoterapéutico, y el uso de su esencia floral. Si el primero refuerza o incrementa las defensas del sistema inmune, la segunda ayuda a la reconstrucción de otras defensas; aquellas que protegen el sentimiento de valía personal, la dignidad que merecemos, por el hecho de estar vivos, han sido quebradas, forzadas, tumbadas, y es necesario volver a levantarlas.

       Dicen Kaminski y Katz en su Repertorio, refiriéndose a su patrón en desequilibrio: "Sentirse sacudido por un trauma importante o por un abuso que han destruido el propio sentido del Yo; cuando uno se encuentra amenazado por la desintegración física o emocional"


       Describe Susana Veilati su potencial terapéutico: "Echinácea es restauradora de la dignidad, así es que reconstruye la autoestima. Promueve el respeto, la confianza y la aceptación de uno mismo y de la propia individualidad. Colabora a la difícil tarea de poner límites, algo que se pierde cuando el sujeto se siente indigno o es tratado como tal"



















       También es interesante su uso puntual en comienzos de infecciones, y conviene considerarla en todo aquello que afecte al sistema inmunitario.

        Es una de las 5 esencias, junto con las 3 Mielenramas (Yarrow, Pink Yarrow y Golden Yarrow) y Árnica, forman  la Yarrow Enviromental Solution.

        No me atrevo a decir apenas nada sobre su signatura, sin embargo, sí me llama la atención en el "gesto" de la planta su constante elevación, visible principalmente en el disco central espinoso de su cabezuela floral,  y ese "crecimiento" hacia arriba, es subrayado por la caída de sus pétalos, que vienen a acompañar esta sensación de "despegue" de la flor. No puedo evitar relacionarlo con el proceso que apoya su esencia, que es este de "levantarse por encima de ...", reconstruir hacia arriba, levantar aquello que se derribó y que tiene que ver con algo nuclear de nosotros mismos.





Referencias:

Repertorio de Esencias Florales- Patricia Kaminsky y Richard Katz. - Editorial Indigo
* 4º Dossier FES- Formación TFI. -Susana Veiltai- Escuela Española Terapia Floral. (EETF)
* "Hay algo que no es como me dicen. El caso de Nevenka Fernandez contra la realidad". -Juan                                                                                                            José Millas. Editorial Punto de lectura.
* Catálogo florístico de Navarra. Mikel Lorda López.
* Imágenes  1 y 2, fotos propias.
* Imagen 3: Sydenham Edwards [Public domain], via Wikimedia Commons